Palabras, días.

Nuestra vida en las palabras

X

Esta grafía es especial por varias razones. Por una parte, aparece en un número muy limitado de palabras y representa dos fonemas (/ks/); el primero de ellos se realiza con un breve chasquido de la lengua en el paladar y el segundo es un flujo de aire obstruido por la lengua y la zona correspondiente a los alvéolos de los dientes delanteros: un balón que se desinfla. La ley del mínimo esfuerzo, conscientes como somos de que vamos a ser entendidos igualmente, suele llevar a una pronunciación relajada y decimos «esamen» en vez de «eksamen».

Desde hace tiempo (¿siglo XV? ¿XVI?), además, esta letra se usa para representar la incógnita en las operaciones matemáticas, algo que ha pasado incluso al lenguaje cotidiano: decimos cosas como «un número x de veces» o «el alumno x». Veamos lo que dice http://www.epsilones.com:

Los árabes, para representar la incógnita, utilizaban el término «shay«, que quiere decir «algo», «cosa». En los textos españoles se escribió «xay«, que con el tiempo se quedó en x. Al menos así lo afirma Amin Maalouf. Lo mismo explica Terry Moore en ¿Por qué «x» es la incógnita?

Cajori, por su parte, afirma que fue Descartes el primero en usar la equis: en La géométrie, utilizó las primeras letras del alfabeto para simbolizar cantidades conocidas y las últimas (x, y, z) para las desconocidas.

Los egipcios le llamaban «aha«, literalmente «montón». Durante los siglos XV y XVI se le llamó «res» en latín, «chose» en francés, «cosa» en italiano o «coss» en alemán. Pacioli, por ejemplo, representaba la cantidad desconocida con la contracción «co«. En resumen, que buscar la solución de una ecuación es buscar la cosa.

Para incógnita, el nombre familiar del negro americano. Sus apellidos descienden, en último término, del nombre del dueño de la plantación en que trabajaba tu antepasado hasta ser liberado. No conserva raíces africanas. De ahí que el activista Malcolm Little decidiese cambiar a Malcolm X. Identidad antropónima under construction.

(Identidad «incógnita» a la española: el Señor X. Excepcionalmente, también se usa la «M»; por ejemplo, en Emepunto.)

Esta grafía antropomórfica, que parece un muñequito perplejo con los brazos levantados, se emplea también, con esquíes o bastones, para pedir ayuda en el monte cuando crees que no tienes más opción que lanzar tu grito visual y esperar que será oído. Que no nos veamos así, por favor.

Al igual que el color rojo (señal de peligro o farolillo de burdel), esta letra se enturbia y, al peligro y la incógnita, puede asociar la pornografía en las clasificaciones de películas: XXX, hardcore; XX sexo simulado; X imágenes sexuales explícitas (aunque lo olvidemos, en esta clasificación puede entrar también la violencia). Podríamos decir que, como el cine erótico expone lo que el pudor suele proteger, es una operación algebraica que revela el valor de la incógnita. Más plausible parece la teoría según la cual se empezó a usar en las clasificaciones de la BBC como signo pictográfico que evoca un tachado1.

Submarinista a pilas buscando y despejando la incógnita X en Átame

Desde luego, a veces es mejor no despejar ciertas incógnitas; siempre podemos decir que callamos por X razones. A buen entendedor…

  1. https://verne.elpais.com/verne/2019/07/02/articulo/1562063489_444643.html ↩︎

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